7 hábitos esenciales para proteger tu seguridad y privacidad al usar inteligencia artificial
La inteligencia artificial está revolucionando la manera en que interactuamos con la tecnología, pero también plantea interrogantes sobre seguridad y privacidad. ESET, empresa líder en detección proactiva de amenazas, comparte consejos esenciales para navegar en este nuevo mundo tecnológico sin comprometer la integridad de tus datos.
Configuraciones y protección básica
Antes de utilizar herramientas de IA, revisa sus configuraciones de privacidad para comprender qué datos se almacenan y cómo pueden ser usados. Mantén actualizadas las políticas de cada aplicación y, especialmente, evita compartir información personal sensible como contraseñas o datos bancarios. La protección de tus cuentas es crucial: usa contraseñas robustas y, si es posible, activa el doble factor de autenticación para cualquier herramienta relacionada con inteligencia artificial.
Gestión de chats y evaluación crítica
Considera desactivar el historial de conversaciones si quieres más privacidad. La precaución es vital, pues herramientas como ChatGPT almacenan información que podría ser utilizada en tu contra. Además, tampoco confíes ciegamente en las respuestas generadas por la IA. Verifica siempre la información obtenida, especialmente en temas críticos como los legales o financieros.
Atención a enlaces y extensiones
Las IA pueden incluir enlaces maliciosos o vulnerables. Verifica siempre las direcciones antes de abrirlas y analiza cualquier archivo con una solución de seguridad antes de descargarlo. Al instalar extensiones o plugins, asegúrate de que provienen de fuentes confiables para minimizar el riesgo de infección por malware.
“Para disfrutar de todo el potencial de la inteligencia artificial, es crucial mantener un equilibrio entre sus beneficios y los riesgos que implica su uso”, afirma Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de investigación de ESET Latinoamérica. Integrar inteligencia artificial de manera segura es el desafío al que empresas e individuos deben responder con políticas claras y educación continua sobre los riesgos asociados.