Papa León XIV pide una “revolución del cuidado” hacia las personas mayores
El llamado del Papa León XIV a una “revolución del cuidado” sitúa en agenda el respeto y la solidaridad entre generaciones, con foco en el reconocimiento del aporte de las personas mayores en la vida familiar, social y espiritual. La invitación es concreta: integrarlas como protagonistas y fortalecer redes de apoyo que dignifiquen su experiencia y sabiduría. Más antecedentes institucionales pueden consultarse en el sitio de la UCSC. ¿Qué cambios en tu entorno inmediato pueden facilitar la vida cotidiana de una persona mayor?
Contexto demográfico y políticas públicas
El envejecimiento poblacional avanza a escala global. Proyecciones de la Organización Mundial de la Salud estiman que entre 2015 y 2050 la proporción de personas de 60 años o más pasará del 12% al 22%. Para 2030, 1 de cada 6 habitantes tendrá 60+ años; y la población de 80+ podría triplicarse entre 2020 y 2050, hasta 426 millones.
En el plano nacional, el Censo 2024 reporta que quienes tienen 65 años o más representan cerca del 14% de la población. Hacia 2050, las proyecciones indican que las personas de 60+ podrían bordear el 32%, mientras que el subgrupo de 80+ llegaría aproximadamente al 28% de ese conjunto. El Director del Centro de Análisis y Debate Público de la UCSC, el académico Francisco Fuentes, explica que "estas proyecciones implican importantes desafíos para las políticas públicas, especialmente en áreas de salud, vivienda y servicios de cuidado. Además, es crucial que el diseño de nuestras ciudades y edificios considere las necesidades de esta población envejecida, que superará en número a los jóvenes. También se requiere un cambio cultural para revalorizar la experiencia de los adultos mayores, incorporarlos en sistemas laborales flexibles, programas educativos y actividades comunitarias, reconociéndolos como un aporte y no como una carga".
Perspectiva eclesial y académica
La Iglesia Católica subraya el valor social y la dignidad de los mayores. En su mensaje para la V Jornada Mundial de los Abuelos y Personas Mayores, celebrada el 27 de julio de 2025, el Papa León XIV definió la ancianidad como “un tiempo de bendición y de gracia” y a los mayores como “primeros testigos de esperanza”. La fraternidad crece cuando se redescubre el valor de la memoria y la reciprocidad entre generaciones, avanzando hacia una cultura del cuidado que integra a los mayores como parte activa de la comunidad.
Desde el ámbito académico, María Claudia Arboleda sostiene que "la fraternidad implica crear espacios donde los mayores no sean receptores pasivos de cuidados, sino protagonistas activos en comunidades intergeneracionales, programas educativos y culturales. La amabilidad y la solidaridad se convierten en virtudes sociales cuando la presencia de los mayores es reconocida como un don y no como una carga. La Iglesia y la academia deben trabajar juntas para transformar la soledad de los mayores en oportunidades de encuentro, cuidado y aprendizaje mutuo, recordando que todos compartimos la misma vulnerabilidad".
El enfoque planteado por el Pontífice propone que la “revolución del cuidado” trascienda los gestos individuales y se traduzca en acciones comunitarias y políticas sostenibles. En esa línea, Carmen Gloria Fraile, Directora del Instituto de Bioética y académica de la Facultad de Medicina, afirma: "La persona, independientemente de su edad, condición económica, u otra consideración... ser realiza y encuentra sentido a su vida amando a otra persona, es decir, acogiéndola, preocupándose de satisfacer en la medida de lo posible sus necesidades, entre ellas la necesidad de afecto y reconocimiento de su dignidad".